viernes, 2 de marzo de 2012

Los Complementos.


Los complementos surgen con el fin de acompañan gratamente a la ropa. Cada accesorio tiene su historia y un particular origen que es interesante conocer. La corbata, por ejemplo, tiene sus inicios en el año 1668. En esa época, Luis XIV hizo llegar a Francia un regimiento de mercenarios croatas. Cada uno de ellos llevaba una singular tira alrededor de su cuello. Este detalle fue del agrado de los franceses y no tardaron en incorporarla a su vestuario. Dos siglos después, los dandis ingleses crearon el nudo a la peculiar tira. Hasta la década de 1950, la corbata fue símbolo de la respetabilidad burguesa. Luego, se vió desmerecida por las famosas poleras, también conocidas como jerséis de cuello volcado, hasta que en la década del 80 volvió con todo su esplendor.
 
Actualmente, son 600 millones de hombres los que cada día se la anudan. En el siglo I a.C., los romanos ya usaban el bolso, al que llamaban bursa, y era una simple bolsa sin nada más. Con el correr del tiempo, el bolso se convirtió en un accesorio exclusivamente femenino. Luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando las mujeres comenzaron a incluirse en el mundo laboral, se pusieron de moda las bandoleras, cuya característica era poder tener libres las manos.

El foulard, tuvo en sus orígenes una función higiénica, sirviendo también para protegerse del frío. Fue durante el imperio bizantino que fue usado con fines estéticos. Se lucía sobre el hombro o sobre el brazo izquierdo. Durante la Edad Media, el color del foulard reflejaba el nivel social de quien lo llevaba. En el Renacimiento, las mujeres italianas lo utilizaban exclusivamente como ornamento. En esa época comenzaron a ser muy estimados los confeccionados en seda. Los mitones constituyeron la primera prenda para proteger las manos del frío. Aparecieron hace diez mil años en el norte de Europa. En las pirámides egipcias se encontraron los primeros guantes, su fin era primordialmente estético. Al comienzo eran accesorio masculino, pero más tarde, las mujeres los incorporaron a su vestuario, tanto, que hasta el siglo XIX, una mujer que se consideraba decente jamás salía a la calle sin llevar sus guantes puestos. El uso del paraguas comenzó en la Mesopotamia asiática hace 3.400 años, pero como parasol. En la Grecia antigua, las mujeres lo usaban ya para protegerse de la lluvia. En el siglo XVIII comenzaron a usarlo los hombres.

Francisco Javier Guevara Herráez.

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