Los
complementos
surgen
con
el
fin
de
acompañan
gratamente
a
la
ropa.
Cada
accesorio
tiene
su
historia
y
un
particular
origen
que
es
interesante
conocer.
La
corbata,
por
ejemplo,
tiene
sus
inicios
en
el
año
1668.
En
esa
época,
Luis
XIV
hizo
llegar
a
Francia
un
regimiento
de
mercenarios
croatas.
Cada
uno
de
ellos
llevaba
una
singular
tira
alrededor
de
su
cuello.
Este
detalle
fue
del
agrado
de
los
franceses
y
no
tardaron
en
incorporarla
a
su
vestuario.
Dos
siglos
después,
los
dandis
ingleses
crearon
el
nudo
a
la
peculiar
tira.
Hasta
la
década
de
1950,
la
corbata
fue
símbolo
de
la
respetabilidad
burguesa.
Luego,
se
vió
desmerecida
por
las
famosas
poleras,
también
conocidas
como
jerséis
de
cuello
volcado,
hasta
que
en
la
década
del
80
volvió
con
todo
su
esplendor.
Actualmente,
son
600
millones
de
hombres
los
que
cada
día
se
la
anudan.
En
el
siglo
I
a.C.,
los
romanos
ya
usaban
el
bolso,
al
que
llamaban
bursa,
y
era
una
simple
bolsa
sin
nada
más.
Con
el
correr
del
tiempo,
el
bolso
se
convirtió
en
un
accesorio
exclusivamente
femenino.
Luego
de
la
Segunda
Guerra
Mundial,
cuando
las
mujeres
comenzaron
a
incluirse
en
el
mundo
laboral,
se
pusieron
de
moda
las
bandoleras,
cuya
característica
era
poder
tener
libres
las
manos.

Francisco Javier Guevara Herráez.
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